Incentivos económicos, redes sociales de apoyo, competiciones de pérdida de peso o menús con un toque de exotismo.
Éstos son algunos de los alicientes que, con mayor o menor fortuna, se han puesto en práctica para combatir el sobrepeso. Frente a estas estrategias a corto plazo, el Hospital Universitario de La Princesa de Madrid apuesta por la educación nutricional.
Un estudio presentado en el último congreso de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) muestra la eficacia de este enfoque.
Las 50 mujeres participantes fueron divididas en dos grupos: las del primero siguieron un régimen convencional supervisado por su médico de familia, mientras que las del segundo asistieron, además, a un ciclo de educación alimentaria impartido por una dietista y un endocrino del hospital.
El objetivo del curso se cumplió. “Al cabo de seis meses, quienes acudieron a las clases perdieron en torno a cuatro kilos más que las pacientes que sólo fueron tratadas en atención primaria“, explica Raffaele Carraro, responsable de la Unidad de Obesidad de La Princesa. Esto se tradujo, asimismo, en una mayor reducción de los riesgos asociados a un peso excesivo, como la hipertensión o la diabetes tipo 2.
Una de las claves del éxito de este programa formativo es, según Carraro, la “labor conjunta y coordinada entre atención primaria y especializada para atacar el problema de la obesidad en la población general”. Lo habitual en el sistema sanitario español es tratar los casos menos complicados en el primer nivel asistencial y derivar los más graves a los hospitales. “Esta estrategia se ha revelado insuficiente”, recalca el endocrino.
La experiencia pionera del Hospital de La Princesa sigue en marcha como proyecto piloto. El curso consta de 10 clases distribuidas a lo largo de un año en las que, en palabras de Lourdes Martínez-Piñeiro, diplomada en Nutrición Humana y Dietética y encargada de impartir las lecciones, “se busca, sobre todo, un cambio de hábitos”.
Fuente: elmundo.es
